• 23-Febrero-2016 21:54
    Info General

    - Esta es la noticia publicada en el DIARIO HOY DE EXTREMADURA, en la que ha dedicado la contraportada a nuestro municipio:

    Para entender Alconchel, lo mejor es subir hasta el castillo de Miraflores y allí, desde lo alto, mientras Toni explica la fortaleza, hacerse una composición de lugar. Toni es una joven graduada en Turismo que muestra los tres recintos murarios del castillo: el central, con su torre, del siglo IX (Abderramán II), el que convierte la atalaya en castillo, del siglo XIII (Fernando III), y el baluarte exterior del siglo XVII, defendiendo el lugar por su flanco menos abrupto, más expuesto.

    El castillo de Alconchel está preparado para celebrar congresos y eventos y cuenta con diez habitaciones, listas para convertirse en hospedería cuando acabe la crisis. Pero lo que nos interesa son los aljibes, las almenas y, sobre todo, la situación estratégica de este pueblo y de este castillo, punta de lanza de España o de Castilla en Portugal durante siglos.

    Porque hasta hace 200 años, Alconchel era el pueblo más rodeado de España: Portugal lo envolvía por el norte (Olivenza), el este (Táliga) y el oeste (fortalezas de Alandroal y Terena). Solo por el sur había escapatoria hacia Villanueva del Fresno. Esta situación ha provocado que, a lo largo de la historia, Alconchel haya recibido y haya dado leña, estopa y caña sin tregua ni descanso. Aun cuando las guerras con Portugal se habían acabado, no por ello acababan las desgracias porque la ocupación del pueblo por las tropas de Franco el 25 de agosto de 1936 acabó con 110 alconcheleros fusilados en las tapias del cementerio (en el bando contrario no se acredita ninguna víctima).

    Las guerras y la geografía marcan el presente de Alconchel. Así, su museo está enclavado en una antigua cárcel, donde eran recluidos los contrabandistas, su casa de cultura ha aprovechado la prisión donde fueron encerrados los presos republicanos en 1936 y su iglesia ha perdido el retablo del Divino Morales por culpa de las guerras contra los portugueses.

    Ese carácter de punta de lanza fronteriza, que siempre provoca cierto aislamiento, se troca en ventaja a la hora de la etnografía. Así, Alconchel conserva un conjunto de fiestas tradicionales, que convierten el pueblo no solo en uno de los más sandungueros de Badajoz, sino en uno de los que celebran festejos más particulares. Por ejemplo, Los Mastros en junio, la noche de San Juan, cuando se queman monigotes con alegorías satíricas. Por ejemplo, La Zaragatúa Mora, una fiesta en torno a la historia de este monstruo o coco exclusivo de los niños alconcheleros. Por ejemplo, El Entregá o juego de lanzamiento de botijos y cántaros viejos en corros populares. Por ejemplo, Los Tosantos, que así se llama la tradicional fiesta de las castañas del uno de noviembre, que en Alconchel incluye higos y nueces, lo cual es lógico pues esta es tierra de nogales hasta el punto de que varios vecinos del pueblo trabajan en la finca de nueces y pistachos que Borges tiene más allá de Olivenza.

    Alconchel llegó a tener 4.570 habitantes en 1960. Después, la emigración y el pueblo quedó diezmado: hoy viven en Alconchel 1.790 vecinos que cuentan con un alcalde del PSOE, Óscar Díaz, que tiene 39 años y es arqueólogo, profesión muy útil para gobernar un pueblo que cuenta con tanta historia detrás. De ese pasado provienen las minas de Las Herrerías, de hierro y cobre, donde se vuelven a hacer prospecciones.

    Alconchel tiene instituto, cuatro entidades bancarias, cuatro supermercados y cuatro talleres; tres peluquerías, tres ferreterías y tres panaderías... Y así, de cuatro en cuatro y de tres en tres, el pueblo resiste, revive y mantiene un encanto que se fraguó cuando era punta de lanza y eclosiona ahora, cuando es punta de comarca.


    http://www.hoy.es/extremadura/201602/23/alconchel-punta-lanza-20160223003333-v.html